El reportaje sobre veganismo publicado el domingo 11 de febrero en El País Semanal ignora una realidad crucial: el pastoreo y la ganadería extensiva; y su vital papel para los ciclos naturales y especies de las que depende nuestra supervivencia, como los polinizadores. Un tercio de la superficie terrestre son pastos, y un 70% están deteriorados, paso previo a la desertización. En un contexto de cambio climático, crecen las voces que claman por su regeneración y gestión sostenible mediante el pastoreo de ovejas, cabras y otros herbívoros, produciendo además alimentos básicos allí donde no hay alternativa agrícola.
Leemos también en el mismo diario una carta dirigida al Papa Francisco donde se le ofrece un millón de dólares a cambio de convertirse al veganismo, en el marco de una campaña global de la que se han hecho eco otros medios de comunicación. Desde la Plataforma por la Ganadería Extensiva y el Pastoralismo no podemos ofrecer sumas, ni pagar publicidad pero sí trabajar en apoyo de una ganadería extensiva que, durante milenios, ha ayudado a esculpir algunos de los ecosistemas más valiosos del planeta y que ahora puede ayudarnos ante la pandemia ambiental y climática que nos acecha. La interacción persona-animal del pastoreo nos recuerda que del mantenimiento de estos sistemas depende en parte nuestra supervivencia como especie. Perderlos, pues, no es una opción.
Plataforma por la ganadería extensiva y el pastoralismo
Una versión recortada de este texto ha sido publicado en la sección Cartas a la Directora de El País Semanal el pasado domingo 18 de febrero de 2019