Un año más, en estas fechas que se acercan, volvemos a difundir las bondades de la ganadería extensiva. Queremos gritar a los cuatro vientos que el consumo de productos de la ganadería extensiva es mejor para todas y todos.
La ganadería extensiva, a pesar de ser un sector marginado, es resiliente, se adapta mejor al cambio climático y supone una producción más sostenible, que favorece el bienestar animal y equilibra el ecosistema de los campos, protegiéndolos ante los incendios y favoreciendo la biodiversidad. No olvidemos que la ganadería extensiva es una forma de custodia y cuidado del territorio fundamental.
La ganadería extensiva es, además, un factor fundamental para el desarrollo rural y evita la despoblación de nuestros campos y periferias. Este tipo de ganadería fomenta las pequeñas economías y fija población, de modo que se propone como una alternativa necesaria para mantener el equilibrio de nuestro crecimiento demográfico y su reparto en el territorio, ya de por sí desequilibrado.
Pero es que además, es un valor patrimonial asociado a otros muchos como ciertas arquitecturas, muros de piedra, vallados naturales o la propia trashumancia.
Y por si queda alguna duda, os compartimos aquí el Cuarto Cuaderno publicado por la Fundación Entretantos, con textos de Pedro M. Herrera y Julio Majadas y algunas imágenes de Ganaderas en Red. Dedicado a la ganadería extensiva como clave para la alimentación, introduce diversas e interesantes reflexiones sobre por qué impulsar este modelo de ganadería: salud, economía y empleo, territorio y medio ambiente, son algunos de los factores clave en los que este modelo tradicional se revela como ejemplar.
Revisa las razones fundamentales por las que potenciarlo en el cuaderno. ¡Y comparte tus impresiones con nosotras y nosotros!
Recuerda: ¡NO ES LO MISMO!
Tampoco durante las fiestas.